Un puñado de 140 cartas enviadas por Charo Moreno (dramaturga y directora de la obra) desde las distintas cárceles. Dirigidas a su madre (quien las guardó amorosamente), constituyen el material de la obra. Incluídas en ellas algunas cartas, dibujos y cuentos, a su hijo nacido en la cárcel de Olmos, entregado a su madre a los seis meses por ley de los militares. Elegíó componer cuatro ejes: su vida, la política penitenciaria, Andrés (su hijo), y el sol. Tomando fragmentos de aquello que escribió en su momento, intenta mostrar “ese mundo” del cual todavía no se ha hablado. Ese particular mundo en el que vivió 9 años: la cárcel, con muchas compañeras con las que se unió a la decisión de luchar por una humanidad justa.