Anfitrión

La aventura cómica de Plauto parte de Grecia, recala en Roma, se pierde en las bibliotecas eclesiásticas del medioevo, brilla en tipos de la Comedia dell´ Arte, se afianza en el tic tac racionalista de Moliere, gesticula en Goldoni, se pone frac en los Vaudevilles y hasta se asoma a veces, como un eco, en la comedia consumista, conteniendo desde hace siglos la clave de la comedia.

Las máscaras en Anfitrión accionan jerarquías sociales que se desacralizan en su devenir: el amo castigado, el héroe acobardado, el esclavo que se burla, la víctima que domina y un juez que duda de todo por obra de un mandamás, un todopoderoso ajado (Júpiter) que se dedica a cumplir sus deseos.

Zambullirse en esta risa arcaica nos dispara el gesto, reforzado, a veces compulsivo, de la acción primari, la morisqueta, la imitación, el pisotón,el pedorreo, los pellizcones, los gruñidos, las verguanzas, los canturreos del corazón. Queremos divertir armando y desarmando la máscara ante los ojos del espectador. Queremos hacerlo con los pies y con la cara, con las manos y con el busto, con el sonido de la acción. Queremos carcajear, cantar y bailotear. Proponemos dejarse llevar de la mano del niño por los embrollos de la acción.

Jorge de Lassalletta

2 Histórico de funciones
2 Notas relacionadas