Que la casa se queme pero que el humo no salga

29 de enero de 1957, record histórico de temperatura en la Ciudad de Buenos Aires, con máximas de cuarenta y dos grados centígrados. Un grupo de mujeres pertenecientes a la Liga de Amas de Casa se reúnen a tomar el té, para anunciar las nuevas autoridades designadas. En este encuentro se entrecruzan las diferencias de clases sociales y políticas, aunque todas estas mujeres persiguen el mismo objetivo: ser nombradas Presidenta de la Liga de Amas de casa. Entre planes fallidos, alianzas, traiciones, confabulaciones y elucubraciones, los planes se tornan cada vez más macabros y oscuros en un ritmo vertiginoso en donde nadie tiene el control ni de sus propios planes. Cada personaje que entra a escena trae noticias del afuera, de aquel día histórico de altas temperaturas, que se convirtió en el mismo infierno para todos los personajes.
¿Hasta dónde son capaces de llegar para pertenecer?

El texto de la obra obtuvo mención especial en el Concurso Nacional de Obras Teatrales “Potencia y Política” de la Honorable Cámara de Diputados del Congreso de la Nación Argentina.