Rubén tiene diez años y una curiosidad enorme hacia el mundo que lo rodea. Pero a menudo sus padres y sus amigos son incapaces de satisfacer sus demandas. Entonces siente incomprensión, soledad, vergüenza, miedo. Misterix, un personaje de historieta, es el héroe y el refugio de Rubén. Rubén imagina que es Misterix, y de esa manera logra canalizar y exteriorizar todos los impulsos que debe ocultar ó reprimir en la vida real. El héroe de la historieta le permite a Rubén asumir sus sueños de libertad: entonces es lindo, alto y fuerte; las mujeres lo aman; es el rey del baile; y, por supuesto, no necesita esos estúpidos anteojos. Pero Rubén deberá, a la fuerza, aceptar por fin la realidad, con todo el dolor que representa la pérdida de la omnipotencia, que se aleja para siempre con la figura de Misterix.
- TEATRO LA FÁBRICA (2012)
- 14/05/2010 - El limbo aún existe - Por: Edith Scher