Homenaje a Clarice Lispector
"Lo que yo veía era la vida mirándome. Cómo llamar de otro modo a aquello
horrible y crudo, materia prima y plasma seco, que estaba allí, mientras yo
retrocedía hacia dentro de mí en naúsea seca, yo cayendo siglos y siglos en
el lodo era lodo y ni siquiera lodo ya seco sino lodo aún húmedo y aún vivo,
era un lodo donde se movían con lentitud insoportable las raíces de mi
identidad".
(C .L)
Basada en dos textos de Lispector, la obra abre el campo de lo femenino
desde un lugar del decir subjetivo y, más bien, introspectivo.
Dos momentos íntimos de una mujer que se desdobla buscándose, en el intento de constituirse como ser, donde la metamorfosis será el pulso que tiña la búsqueda.
El cuerpo se torna el latido, la caligrafía del decir, así la palabra
adquiere profunda dimensión en cuanto se enhebra al cuerpo, es allí donde se amplifica el campo de sus resonancias.
Si Clarice apela a lo que no dice y sus textos aparecen como emergentes de
lo no dicho, como la escritura que grita en la entrelínea, allí donde otros
suponen el silencio, Redención propone el cuerpo como el metatexto de esa
respiración.
Clasificaciones: Teatro
- EL EXCENTRICO DE LA 18º (2011)