El sueño de la sala propia comenzó a concretarse cuando La Vorágine se propuso el desafío de sistematizar su producción artística en una línea de trabajo no comercial; pero además, cuando los artistas decidieron no sólo llevar el teatro a los barrios, sino instalarse en uno de ellos. La Vorágine, que tiene una experiencia de más de 10 años en la escena local, se ha caracterizado por incursionar en el llamado teatro experimental con dramaturgia propia.
El espacio cuenta con multiples tarimas, capacidad para 100 personas sentadas y todas las medidas de seguridad implementadas como consecuencia de la era pos-cromañon. Además recientemente se han adquirido todas las luminarias nuevas. La sala cuenta además con sistemas de poleas y malacates para desarrollar actividades que tienen que ver con el teatro aereo y el uso de arneses, característica que distingue a este teatro.
"Como todos saben, tener una sala propia es el sueño de cualquier teatrista. Pero no es un sueño gratis, a pesar de ser hermoso, conlleva mucha dedicación, trabajo, inversión y sobretodo creatividad para sostenerlo. Pero vale la pena el esfuerzo, cinco años de gloriosas producciones artísticas así lo demuestran", afirmó la Noé Andrade. |