Tan sólo un gesto

Giselle vuelve al departamento diecisiete horas después de haberse ido. Allí la espera Eusebio, mordiendo resentimiento. Este es el punto de partida de esta pareja de seres neuróticos, donde toma protagonismo la soledad, las frustraciones, las rivalidades y las miserias. Con sarcasmo y mucho humor transcurre una larga noche en la que Eusebio y Giselle se preguntan a sí mismos, y al otro, si esta separación es definitiva. O si lo definitivo es seguir juntos, a pesar de todo.

“Tan solo un gesto” trata de acercarse a los sentimientos que emergen de dos personas que están a punto de separarse definitivamente. Son las últimas horas en la vida de esta pareja, Eusebio y Giselle, las que colman la trama como si se tratara literalmente de la muerte anunciada de una relación. Los personajes transitarán durante esta última noche que pasen juntos el dolor, el sufrimiento y la nostalgia, así como el sexo, la pasión y la alegría. El desafío al que nos enfrentamos con “Tan solo un gesto” radica en encontrar la posibilidad de abordar este tema desde el humor. Para ello decidimos entrar a su mundo privado y vivenciar con ellos esa última noche como espectadores de una tragedia que no deja de parecernos risible. ¿No son acaso los argumentos que se manifiestan en cada una de sus discusiones motivo de risa? ¿No vivimos teniendo actitudes en nuestra privacidad que resultarían absolutamente absurdas para un desconocido si pudiese observarlos? ¿No nos reiremos en un futuro del dolor que nos produce una separación hoy? Lo atractivo resultará del poder observar cómo estos dos personajes no pueden ver y reconocer que no han sido hechos el uno para el otro, que su relación no funcionaría jamás en estas condiciones y que lo mejor que les puede suceder es aquello que tanto espanto les produce imaginar.

1 Histórico de funciones