Intempestivo

Jugaremos un juego, esos de la infancia. La luz se apaga y la oscuridad nos produce vértigo. Jugaremos en un tiempo incierto o tal vez dormido. Aquí están las criadas y las señoras. Jugaremos a las escondidas en noches de luna llena. El sonido del violín tal vez enamore a algún hombre o tal vez lo entierre entre los relojes. Sin embargo los ángeles saben suicidarse un día cualquiera. Este es un lugar propicio para suposiciones profundas, el silencio rancio de un país que nos tiene hartos de jugar a las escondidas. Y el juego vuelve a empezar. No se asusten, es un juego asombroso.

1 Histórico de funciones
1 Notas relacionadas