Cáceres se deja tomar por una palabra que el escenógrafo (Leandro Tartaglia) ha dejado escrita –entre muchas otras- en una pizarra. Así, la palabra Agua inaugura y articula en su torno un complejo y apetitoso juego de escamoteo y ofrenda en el que – de la mano de los protagonistas- una zona de la memoria se adelanta frente a las demás y parece necesitar exhibirse y multiplicarse hasta quedar exhausta.
Ficha técnico artística
Participaciones
- Este espectáculo formó parte del evento: Inversión de la carga de la prueba - Segunda edición
Clasificaciones: Teatro
1 Histórico de funciones
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