Dos amigas se suicidan al enterarse de la muerte de aquel que fuera el objeto de deseo de ambas. Creyendo que se habían liberado la una de la otra, el destino las reúne nuevamente en el cementerio, en un tiempo y espacio desconocido para ellas. Vinculándose del mismo modo que lo habían hecho en vida. Aquel que creyeron muerto no está en donde debiera estar, y a partir de allí comienza para ellas un camino de aprendizaje. Con la intevención de Dios pueden preguntarse acerca del sentido de la vida y paradojicamente de la muerte. Es así que la espera se convierte en una forma de saber quienes son, y de lo que deben hacer para alcanzar sus deseos. Dios les da una penultima oportunidad de redimirse de un modo pragmático, concreto, podría decirse humano. Bruza viaja desde lo ridículo hasta lo filosófico. La penúltima oportunidad recorre esa perfecta parábola con toques de humor negro.
- TEATRO GARGANTÚA (2014)
- ESPACIO GADÍ (2014)